dilluns, 29 de setembre del 2014

BRUSELAS

Bruselas, una ciudad más conocida actualmente por ser sede de instituciones europeas que lo que da de sí en una visita turística. Tiene un centro histórico precioso, comenzando por la Grand Place, una auténtica joya arquitectónica. Luego es recomendable perderse por las intrincadas calles que la rodean y encontrarse, sin querer, con el Manneken Pis o muchos murales en las casas con cómics como los de Tintín.

Visitas casi obligadas serian el parque del Cincuentenario cerca de la zona del Parlamento Europeo (¡puaf!), el Atomium, símbolo de Bruselas, situado en la zona norte de la ciudad, y por su puesto, a los que nos gusta el arte los Museos Reales, de Bellas Artes. Museos inmensos, donde se pueden disfrutar de las obras de los artistas flamencos de siempre (Van der Weyden, Van Eyck, Bouts, Brueghel, etc.) hasta obras de Delvaux, Ensor o Magritte. ¡Impresionante!. Bruselas tiene tres estaciones de tren, donde puedes ir para coger el tren o autobús y hacer excursiones. Transportes cómodos y asequibles de precio.
Así hice la primera de las excursiones. Tren y a Gante y a Brujas. Suficiente en un mismo día. Son dos ciudades, en su parte antigua, medievales. Preciosas, con sus monumentos e iglesias y sobre todo con su mayor atracción turística, que consiste en sus canales, que atraviesan estas ciudades. Coger una barca (7,50 €) y ver los edificios que rodean estos canales, es realmente inolvidable. Me gustó más –y es una opinión personal- Gante que Brujas. Por una parte me pareció más “artificial” Brujas y encima está a reventar de turistas. Es difícil hasta caminar.
Antes de continuar, diré tres cosas encantadoras de Bélgica:
1)       La cerveza. Hay 500 tipos de cerveza diferentes (no las probé todas)
2)       El Chocolate. Para la persona que le guste, es un paraiso. Hay chocolaterias por todas partes y de una calidad extraordinaria.
3)       Les Frittes (patatas fritas). Te las venden en tiendas, restaurantes y quioscos callejeros. Las prové dos veces y son extraordinarias. Las pides con un refresco o una cerveza y las tomas en un banco o por la calle y a gozar (con o sin salsa). Elige tomate, mayonesa o a palo seco y además ¡baratas!.
Siguiendo con la tónica de excursiones, que mejor que ir, por ejemplo a Amsterdam. Una ciudad en la que por desgracia, sólo estuve unas horas. Me dio tiempo de ir a la plaza Damm, la más céntrica, a coger un barco por los canales (1 h. = 15 €) -precioso el paseo- acercarme al Barrio Rojo (sólo a mirar) y darme cuenta de que es una ciudad totalmente tolerante y abierta. Estuve, fuera, en un coffeshop, donde la gente toma libremente hachis y marihuana. Otras cosas que me llamaron la atención es ver circular por la calle una especie de bicicleta donde 8 personas pedalean en los costados, mientras en el centro hay una mesa con un grifo de cerveza y su correspondiente barril. Mientras pedalean, cogen otro pedal. Todo legal. En Amsterdam pedalean diariamente unas 600.000 bicicletas que tienen prioridad en las calles incluso a los peatones. Si le añades los tranvías, autobuses y la circulación habitual, la cosa se complica a la hora pulular. Aunque difícil es una ciudad que se está planteando reducir la circulación con coche en el interior.


Y por último fui a Luxemburgo. Una ciudad con menos habitantes que nuestra querida Lleida. Visita de un día, más que suficiente. Es preciosa, pero me temo que el día a día de los ciudadanos tiene que ser muy aburrido.
Consejos: Si vas a Bruselas, paciencia cuando llegues al aeropuerto. Es inmenso y para encontrar el autobús o el tren cuesta un poco. Luego está todo perfectamente señalizado.
Utiliza calzado cómodo. Hay muchas calles empedradas en todas las ciudades y sobre todo imprescindible el paraguas o chubasquero Llueve que te…mojas. En Gante o Brujas no hablan francés. Lo odian. Mesuena de de algún idioma si lo hablas en el “foro”.
Merece mucho la pena ir.
Au Renoir
Dag (adiós en flamenco)
Fernando

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